Una de las principales fuentes de tristeza en el pueblo cristiano de hoy en día, es su poca dedicación al estudio de la Palabra de Dios. Por alguna razón que no entiendo, hemos llegado a la conclusión de que porque ya Dios nos ha salvado gratuitamente por medio de la cruz, y que ha puesto a morar dentro de nosotros a su Santo Espíritu, ya no necesitamos estudiar la Biblia.
Esta es quizás una de las principales razones de porque tantos cristianos nacidos de nuevo siguen viviendo estilo de vidas tan mundanos como los que vivían antes de conocer a Jesús, y que lo único que los diferencia de los incrédulos es la identificación que se hacen de ellos mismos cuando se identifican frente a los demás como “cristianos”.
Ya sea por engaño de Satanás o de nuestra propia carne (la cual solo busca su comodidad), hemos renunciado al esfuerzo que amerita estudiar las Escrituras, y de esta manera hemos abandonado la búsqueda de conocer más a Dios y de lo que EL requiere de nosotros.
Es por esto que deseo escribirles sobre una de las bendiciones mas grandes que Dios me ha dado en los últimos años. Esta bendición se llama Instituto Integridad & Sabiduría.
Personalmente estoy convencido de que Dios no me ha llamado a pastorear una iglesia, ni tampoco a salir como misionero a predicar el evangelio a una tierra lejana. Pero tengo una profunda convicción de que Dios si ha puesto un llamado sobre mi vida, y este llamado es el de trabajar en mis negocios de manera tal que testifique a mis empleados, clientes y proveedores de quien es ese Dios al que yo sigo; un llamado a ser un esposo fiel y amoroso con mi esposa de manera tal que las personas que me rodean puedan visualizar cual es el amor de Cristo por su iglesia; un llamado a ser un padre que muestre la veracidad del evangelio de Jesucristo a mis hijos a través de mi propia vida; en resumen, un llamado a ser un testigo fiel de Jesucristo en el lugar de la sociedad donde Dios me ha colocado.
Y es aquí donde el Instituto Integridad & Sabiduría se ha vuelto una herramienta importante en mi vida como creyente, porque este ministerio educativo no solo está enfocado en capacitar a pastores y líderes cristianos en sus ministerios, sino que en su visión como instituto de estudios bíblicos tiene un espacio para personas como yo; personas que estamos llamados a vivir “vidas ordinarias fundamentadas en las escrituras con el fin de realizar un impacto trascendental en la sociedad”.
Para los que no conocen el Instituto Integridad & Sabiduría, les invito a que visiten su página web aquí.
Les dejo con el objetivo de la concentración que imparte el instituto en Liderazgo Transformador, que es justamente la concentración teológica que estoy cursando en estos momentos:
Una de las grandes carencias entre los cristianos de nuestra generación es la falta de obediencia para con la responsabilidad individual y grupal de ser "sal y luz" en el mundo (Mt. 5:13-16). La ausencia de cristianos sabios e íntegros que declaren el señorío de Jesucristo en medio de sus actividades, responsabilidades y aportes seculares es notable en América Latina. Es lamentable que una gran mayoría no pueda ver claramente sus actividades laborales y profesionales como un servicio al Señor debido, básicamente, a que una fuerte dicotomía entre lo que es considerado sagrado y secular está firmemente arraigada en la tradición evangélica de nuestra región. Es así que todo lo religioso es considerado sagrado y con valor eterno, mientras que las ocupaciones seculares son despreciadas y vistas simplemente como un mal necesario. Finalmente se tiende a considerar como "llamados por Dios" únicamente a los pastores, obreros eclesiásticos o misioneros que estén realizando labores dentro del organigrama de la iglesia. Toda otra labor (sin que importe su valor o contribución) queda relegada a un segundo plano y, por lo tanto, se le percibe como ajena o distante de los intereses reales de Dios.
Si esta falsa separación fuera eliminada, entonces lo primero que debería ser bendecido sería la participación e influencia del creyente en el mundo, porque es allí donde se encuentra un enorme punto ciego que estaba injustamente privado de la voluntad de Dios. La espiritualidad cristiana además de ser demostrada en la vida del ministerio de la iglesia debe también ser evidente en las actividades comúnmente llamadas seculares del pueblo de Dios porque nada en la vida está fuera del control y la bendición del Señor. Martín Lutero lo explicaba con su pasión característica de la siguiente manera:
"La idea de que el servicio a Dios debe quedar reducido solamente al servicio en el altar, el canto, la lectura, el sacrificio y cosas semejantes a estas es sin lugar a dudas el truco más horrendo del diablo. ¿Cómo puede el maligno habernos llevado tan lejos a través de la estrecha concepción de que el servicio a Dios sólo se lleva a cabo en la iglesia y en los trabajos que se hacen dentro de ella? ... El mundo entero puede abundar con servicios para el Señor, ministerio – no sólo en las iglesias sino también en el hogar, la cocina, el taller, y el campo."
Esta concentración, por lo tanto, tiene como finalidad el poder presentar una completa visión bíblica de lo que significa ser cristianos en medio de la sociedad contemporánea, así como brindar las herramientas necesarias para poder influenciar, impactar y transformar la sociedad para la gloria de Dios. La meta es poder formar líderes cristianos que le devuelvan a sus vidas públicas el sentido de propósito y de servicio originalmente diseñado por Dios; y más aún, el volver a enriquecer sus habilidades profesionales con los principios de cosmovisión cristiana, fe, esperanza, apologética, ética, amor y justicia que sustentan el cristianismo.
http://integridadysabiduria.org/instituto/concentracion-en-liderazgo-transformador