Esta reflexión viene cortesía de: Katerine Fernández.
Aunque pareciese un poco jocoso y después de tener 2 largos meses sin poder escribir, a esta conclusión algebraica me ha llevado este proceso.
Y recordando el relato de Mateo 14:22-34 sobre cuando Jesús caminaba sobre las aguas, he tratado de analizar de varias formas este texto y he encontrado varias aplicaciones para aplicar a nuestra realidad como cristianos que somos dejando que Dios dirija nuestras vidas.
Jesús sabe cual será el final de nuestra historia, El es nuestro creador, pero hay momentos en nuestro transitar cristiano en los que estamos tan acostumbrados a andar con Jesús a nuestro lado que llega un punto en donde nos olvidamos que EL esta ahí, en control de toda situación, en control de todo pensamiento y acción. La historia de Pedro me hace recordar esto, Jesús sabia que la condición climática iba a cambiar, pero en esta historia he encontrado dos aplicaciones que deseo resaltar:
1ro. La actitud de Jesús es muy inspiradora para mi, a pesar de El estar trabajando en las cosas de Su Padre, envuelto 100% en las cosas espirituales. El sabia que tenia que sacar un tiempo para estar a solas con Dios. Solo El y Su Padre; nadie mas.
Este momento de estar “a solas”, es un tiempo en donde no debe haber distracciones, es un tiempo en donde nuestra oración no será de alarde para que los demás vean que bien oramos o nos expresamos; es un tu a TU con Dios, en donde habrá adoración personal, lagrimas, y hasta risas.
Adoración: Porque Su amor, Su presencia y Su majestad; al entrar en nuestro aposento será tan gloriosa que no podremos resistirnos a no adorarle, alabarle y exaltarle.
Lagrimas: Porque nos sentiremos tan ínfimos delante de El, tan in-merecedores de Su misericordia para con nosotros, tan impuros para que El pueda sacar unos minutos de Su apretada agenda para escucharnos y prestar suma atención a nuestro clamor.
Risas: Porque nos sentiremos tan agradecidos de las cosas que EL nos ha dado que el gozo sobreabundará en nuestro corazón hasta llegar a regocijar nuestra alma.
2do. Esta segunda aplicación que deseo resaltar es la condición de Pedro. “En la madrugada Jesús se acercó a ellos caminando sobre las aguas. Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua quedaron aterrados”( verso 35,NVI).El clima cambio en la madrugada, ya ellos estaban retirados de la orilla del mar, era muy oscuro y la situación se veía un poco tenebrosa. Pero peor aun no tenían al Maestro con ellos; esos los hacia estar intranquilos. Yo particularmente le tengo un poco de miedo a estar en alta mar, pero no me quiero ni imaginar lo feo que se vería una situación estando en alta mar y con mal tiempo, mi mente no lo quiere ni pensar. Pero lo mejor de todo esto es que Jesús llego, fue al rescate de sus discípulos, viene caminando sobre las aguas con toda su calma, sin que nadie lo inmute ni siquiera las fuertes olas que azotaban la barca.
Pero el texto dice que al verle pensaban que era un fantasma no tenían ni la menor idea de que era Jesús que venia caminando hacia ellos. Pero en esta parte del texto me llama la atención la acción de Pedro. El sabia que sí era realmente su Maestro, El tenia el poder para calmar esa tempestad de tal manera que el pudiese caminar hasta llegar a Jesús. Pedro sabia que su Maestro tenia poder sobre los eventos naturales, pero el quería tocarlo, quería verlo personalmente. Pero hubo una distracción, al Pedro bajar de la barca el viento arreció y el “tuvo miedo y comenzó a hundirse”, y una vez mas Jesús fue al rescate; le extiende Su mano y le dice “Hombre de poca fe, ¿Por que dudaste? “(verso 31).
Cuantas veces yo no he actuado así, yo se que Jesús esta obrando en medio de mi crisis, pero dudo, mi fe mengua porque no lo veo actuar de la manera que deseo o de la forma que espero. Lo veo distante pero El esta aquí, cerca de mi. Me sucede como Pedro cuando bajo los ojos de su Persona y me miro a mi misma, empiezo a hundirme. O me sucede como los discípulos, no veo bien que en medio de mi situación sea Dios que este obrando y “empiezo gritar del miedo”, hablando mi problema con otras personas en vez de dirigirme a la fuente de mi solución que es Cristo.
Entonces aquí viene esta formula algebraica que he sacado en medio de este proceso:
CRISIS+DUDA= JESUS/FE²
Cuando estemos viviendo un momento de crisis y este nos lleve a dudar de nuestro Dios y Su majestuoso obrar, entonces esta sumatoria de una forma u otra nos va a llevar a reconocerle en medio del camino como realmente EL es y esta confianza nos llevara a un aumento de nuestra Fe al cuadrado, será mucho mayor de la que ya teníamos.
Así que pidámosles cada día al Señor que aumenta nuestra fe y confianza en El. Nunca permitamos que nos miremos a nosotros mismos. ¿Que vamos a ver? Muchísimas cosas malas que nos quitaran la mirada del Maestro. Oremos para que El nos enseñe siempre a caminar en la vida con nuestra mirada puesta siempre en EL, pues con Jesús todo lo podemos, a pesar de todas las tempestades y dificultades que estemos afrontando.
Un fuerte abrazo en el Señor,
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