Pienso que las personas son como los árboles. Algunos de nosotros, en la medida que nos acercamos a la muerte, brillaremos como los árboles de maple mientras esperamos las promesas de Dios y rendimos nuestras vidas a su cuidado. Otros, en cambio, se marchitarán al estar aferrados a las cenizas mortecinas de esta vida. Sus estilos de vida egocéntricos les deformarán hasta convertirlos en robles retorcidos que sostienen hojas muertas. Y yo te pregunto, ¿cómo será tu otoño?.
¿Cómo será tu otoño?.
29 de junio de 2012
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