Toda tu asistencia a la iglesia, tu involucramiento en actividades religiosas, tus premios obtenidos en la Escuela Dominical, tus devocionales y tu lectura diaria de las escrituras, son en vano si no tienes a Cristo.
Nosotros somos salvos, santificados, y sostenidos por lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz y por el poder de su resurrección. Si le añadimos o le restamos a la cruz, aun sea para incluir prácticas religiosas ordenadas en la Biblia como esenciales, como la oración y la evangelización, le robamos a Dios de su gloria y a Cristo de su suficiencia.
Matt Chandler, “The Explicit Gospel”, Crossway Books (2012), p.15
Robándole a Cristo su suficiencia
8 de mayo de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios
Publicar un comentario