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Muchas felicidades en tu cumpleaños #2 Inés Gabriela.

Te amamos mucho y le agradecemos a Dios por permitirnos disfrutar del cariño que nos expresas por medio de tus besos, abrazos y demás expresiones de amor, que de manera tan constante otorgas hacia nosotros.

Oro a Dios que te dé el discernimiento para conocerle a EL, y que en tu niñez, como en tu adolescencia y adultez, le tengas a EL siempre presente como la persona mas importante de tu vida, tu Señor y Guía.

Con mucho cariño,

Tu Papá.

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El poder de la oración no fluye de nosotros—no son las palabras especiales que decimos o la manera especial de expresarlas, ni siquiera la frecuencia de ofrecerlas. El poder de la oración no se basa en la dirección hacia la cual nos inclinamos o en cierta postura del cuerpo. El poder de la oración no proviene del uso de artefactos o iconos o velas o prendas. El poder de la oración se basa en Quien escucha y contesta nuestra oración. La oración nos pone en contacto con el Dios Todopoderoso, y debemos esperar poderosos resultados, si Él escoge conceder nuestras peticiones o no, si deniega nuestra solicitud, o nos pide que esperemos en Él. Cualquiera que sea la respuesta a nuestras oraciones, el Dios a quien oramos es la fuente de todo poder, y Él puede respondernos y lo hará, de acuerdo a su voluntad y horario perfecto.

Tomado de www.GotQuestions.org/Espanol

La religión moralista nos enseña de manera errada a decir: "Yo obedezco. Por lo tanto, Dios debe aceptarme."

El Evangelio nos enseña de manera correcta a decir: "Cuando he puesto mi confianza en Jesús, Dios me acepta. Por lo tanto, yo obedezco."

Tullian Tchividjian, “Surprised by Grace: God's Relentless Pursuit of Rebels”, Kindle Location 699, Crossway Books, 2010.

“Siempre que tratemos de huir de Dios él está comprometido a hacer nuestras vidas miserables por amor a nosotros. Y muchas veces él va a utilizar algún tipo de tormenta para hacerlo [así como hizo con Jonás], no para castigarnos, sino para intervenir nuestras vidas por su misericordia.”

Tullian Tchividjian, “Surprised by Grace: God's Relentless Pursuit of Rebels”, Kindle Location 711, Crossway Books, 2010.

“Es la aceptación incondicional otorgada a una persona que no lo merece, por un dador que no tiene obligación alguna para entregarla.”

Tullian Tchividjian, “Surprised by Grace: God's Relentless Pursuit of Rebels”, Kindle Location 698, Crossway Books, 2010.

“No hay un centímetro cuadrado en todo el dominio de la existencia humana en el que Cristo, soberano de todo, no reclame ¡Me pertenece!”

 

Abraham Kuyper

Convocatoria Inaugural de la Universidad Libre, 1880

Tomado de GotQuestions.org

La regeneración bautismal es la creencia de que una persona debe ser bautizada para ser salva. Nuestro argumento es que el bautismo es un paso importante de obediencia para un cristiano, pero rechazamos firmemente que se requiera el bautismo para la salvación. Creemos firmemente que todos y cada cristiano debe ser bautizado en agua por inmersión. El bautismo ilustra la identificación del creyente con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Romanos 6:3-4 declara, “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte? Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” La acción de ser sumergido en el agua, ilustra el ser sepultado con Cristo. La acción de salir del agua, ilustra la resurrección de Cristo.

Cualquier cosa que se añada a la fe en Jesucristo como requerimiento para la salvación, es una salvación basada en obras. El añadir CUALQUIER COSA al Evangelio, es decir que la muerte de Jesús en la cruz no fue suficiente para comprar nuestra salvación. El decir que debemos ser bautizados para ser salvos, es decir que debemos añadir nuestras propias buenas obras y obediencia a la muerte de Cristo, a fin de hacerlo suficiente para la salvación. Sólo la muerte de Jesús pagó por nuestros pecados (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21). El pago de Jesús por nuestros pecados es adjudicado a nuestra “cuenta” únicamente por la fe (Juan 3:16; Hechos 16:31; Efesios 2:8-9). Por lo tanto, el bautismo es un paso importante de obediencia después de la salvación, pero no puede ser un requerimiento para la salvación.
 
Sí, hay algunos versos que parecen indicar que el bautismo es un requerimiento necesario para la salvación. Sin embargo, puesto que la Biblia nos dice tan claramente que la salvación se recibe sólo por la fe (Juan 3:16; Efesios 2:8-9; Tito 3:5), debe haber una interpretación diferente de esos versos. La Escritura no contradice la Escritura. En los tiempos bíblicos, una persona que se convertía de una religión a otra, con frecuencia era bautizada para identificar su conversión. El bautismo era el medio por el que se hacía pública una decisión. Aquellos que rehusaban ser bautizados se decía que ellos realmente no habían creído. Así que, en la mente de los apóstoles y los primeros discípulos, la idea de un creyente no bautizado era inaudita. Cuando una persona declaraba creer en Cristo, y sin embargo se avergonzaba de proclamar su fe en público, indicaba que no tenía una fe verdadera.
 
Si el bautismo fuera necesario para la salvación, ¿por qué habría dicho Pablo, “Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,” (1 Corintios 1:14)? ¿Por qué habría dicho, “Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.” (1 Corintios 1:17)? Es posible, que en este pasaje, Pablo estuviera argumentando contra las divisiones que plagaban la iglesia de Corinto. Sin embargo, ¿cómo era posible que Pablo dijera, “Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado...” o “Pues no me envió Cristo a bautizar...” si el bautismo fuera necesario para la salvación? Si el bautismo es necesario para la salvación, Pablo habría dicho literalmente, “Doy gracias de que ustedes no fueron salvados...” y “Porque Cristo no me envió para salvar...” Esa habría sido una declaración increíblemente ridícula por parte de Pablo. Más aún, cuando Pablo da un resumen detallado de lo que él considera el Evangelio (1 Corintios 15:1-8), ¿por qué se omite de mencionar el bautismo? Si el bautismo es un requerimiento para la salvación ¿cómo puede cualquier presentación del Evangelio dejar de mencionarlo?
 
La regeneración bautismal no es un concepto bíblico. El bautismo no salva del pecado, sino de una mala conciencia. Pedro enseña claramente que el bautismo no era un acto ceremonial de purificación física, sino la prueba de una buena conciencia hacia Dios. El bautismo es el símbolo de lo que ya ha ocurrido en el corazón y la vida de uno que ha confiado en Cristo como Salvador (ver Romanos 6:3-5; Gálatas 3:27; Colosenses 2:12). Para dejar perfectamente clara la fuente de la salvación, Pedro añade, “...por la resurrección de Jesucristo...” (ver 1 Pedro 1:3). El bautismo es un paso importante de obediencia que debe realizar cada cristiano. El bautismo no puede ser un requerimiento para la salvación. El considerarlo así, es un ataque a la suficiencia de la muerte y resurrección de Jesucristo.

“El evangelio no convierte a personas malas en personas buenas, sino que les da vida a personas muertas. Esa es la diferencia entre el evangelio de Jesucristo y las demás religiones del mundo. Mientras que todas las religiones del mundo exhortan a sus seguidores a salvarse a sí mismos por medio de buenas obras y conformando sus vidas a cualquiera que sea su deidad de culto, el evangelio de Jesucristo nos enseña que Dios nos acepta no en base a lo que nosotros podamos hacer, sino en lo que Jesucristo ya hizo.“

Tullian Tchividjian, “Surprised by Grace: God's Relentless Pursuit of Rebels”, Kindle Location 684, Crossway Books, 2010.