Señor, crúzate en mi camino, ahora voy de prisa, ensimismada en mi misma, en mis planes y proyectos de vida, sin querer dejar pasar las oportunidades que han llegado a mis manos. Más a ti Señor te pido, crúzate en mi camino. Deténme, y házme reflexionar sobre lo que realmente importa, muestrame el peso de la eternidad y que el ahora es una preparación para lo eterno. Que cada situación buena o mala, la encare a la luz de tu palabra.
Deténme Señor, que en realidad no soy tan fuerte como los otros me ven, y la autosuficiencia que proyecto es un orgullo que hoy pongo a tus pies. Muestrame que la humildad es el fruto de una comunión constante contigo, no un vestido o careta que me quito y me pongo cuando quiero lograr algo.
Deténme en éste camino, Señor, para poder ver las necesidades de los demás y darle de lo que Tú me haz dado; para reconocer que son tus méritos y no los míos los que salvan mi vida.
Deténme, déjame ver lo breve que es la vida y la perversidad del pecado. Dame valor para denunciar lo malo aunque el mundo lo llame bueno.
Deténme, para poder ver que en tu reino las cosas funcionan diferente ; donde el último es el primero. Dame de Ti, para poder vivir aquí (donde todo es al revés), con los principios de tu reino.
Señor, que por fin entienda que Tú eres más que suficiente, que todo aquí pasa rápidamente y que mi propósito en la tierra es servirte, honrarte y proclamarte; no vivir yo, sino que Tú vivas en mí. Entonces tendré vida y vida en abundancia.
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