Tú nos buscas Señor,
estás buscándonos
entre los altos edificios que se toman del brazo,
a pesar de las grandes tiendas donde cuelga el deseo,
nos sigues en medio de los coches ruidosos de las calles,
esquivando garabatos y atropellos,
nos buscas mientras nos apartamos de la mano extendida,
estás mirando cuando cerramos violenta puerta a los amados,
nos aguardas en las locuras de las fábricas,
y en las febriles reuniones laborales,
entre los minutos malgastados
tú nos llamas;
esperas entre televisores encendidos
y en el desesperado desborde de los gritos.
Nos sigues llamando mientras trepamos la cima sin notar los peñascos que soltamos.
Pero no te oímos, no podemos escucharte.
De pronto:
en un estrépito de llantas, el desaire de un amigo,
el crujido de una catástrofe,
una pistola puesta en nuestra sien,
un mal diagnóstico de salud o el adiós de quien amamos,
con nuestras miradas cubiertas de rocío
aterrizando en los cálices abiertos,
el sonido del piano sobre el río
o el mensaje del cuerpo sobre el lecho;
cuando menos lo esperamos
hacemos silencio desde dentro,
¡hasta de lo que pensamos!
Y por un iluminado instante
alguien oye muy claro TU LLAMADO.Mabel Carrasco
Tomado de las “Reflexiones Aterrizadas” de José (Pepe) Mendoza, pp. 13,14
Poesía: “Tu llamado”
11 de marzo de 2010
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