En 1 Timoteo 3 se enumeran las calificaciones de los pastores: El líder de la iglesia debe ser un hombre que esté por encima del reproche, con dominio de sí mismo, con pensamientos sobrios, respetable, hospitalario, no violento sino gentil, que no busque pelea, que no sea amante del dinero. Observe que las calificaciones se relacionan en su mayoría con la calidad de su vida. Creo que ser pastor es una profesión de carácter. No hay destreza, capacidad de liderazgo o estrategias de comunicación que puedan reemplazar el carácter piadoso. Busque una iglesia done el carácter personal sea más importante que el título, la posición y el éxito.
He encontrado que los líderes más eficientes se ven a sí mismos primero como siervos. Y los líderes con integridad siempre recuerdan que deben rendir cuentas. No se ven ellos mismos como inmunes al pecado, sino que construyen a su alrededor salvaguardas económicas, morales y de toda otra categoría, para impedirse negociar. Se ven a sí mismos como siervos del Gran pastor, y viven a la luz de su responsabilidad ante El.
Joshua Harris, ¡Deje De Coquetear Con La Iglesia!, Editorial Unilit (2006), p.91
Busque una iglesia donde el carácter personal importante
6 de marzo de 2010
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