Hay muchos que hablan del amor de Dios confiando en lo que denominan el camino divino de salvación, que parecen pensar que eso significa que pueden seguir viviendo como les plazca mientras crean en Dios y en su Hijo Jesucristo. Dios ofrece liberarnos en Cristo no para que prosigamos en el pecado, sino más bien para que seamos liberados de él. “No erréis (dice S. Pablo a la iglesia de Corinto); ni los fornicarios, ni los idólatras, ni lo adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones […] heredarán el reino de Dios” (1 Corintios 6:9-10).
El cristiano no es meramente alguien que cree que Cristo murió por él, es alguien que muestra que lo cree viviendo una vida que demuestra que odia el pecado que llevó a su Salvador a la muerte cruel en la Cruz para expiar sus pecados. Aceptar el ofrecimiento de liberación de Dios implica aceptar las condiciones de Dios con respecto a la vida subsiguiente que se vivirá.
Martyn Lloyd-Jones, Sermones Evangelísticos, Editorial Peregrino (2003), p.163
¿Qué implica aceptar el ofrecimiento de liberación de Dios?
11 de enero de 2010
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1 comentario
Una pregunta: ¿Si usamos 1 Corintios 6 (¿quizá también Efesios 5 y Gálatas 5?) que “...los adúlteros no heredaran el reino de los cielos etc” para atacar la idea de que creer el evangelio (resumido en 1 Corintios 15) no es suficiente para ser justificando ante Dios, sino que alguien por haber cometido tal pecado podría perder su justificación, que diremos de David, por ejemplo, o Sanson?
Gracias,
Joseph
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