Señor, no me pertenece a mí el cuidado
De si muero o vivo;
Mi parte es amarte y servirte,
Y esto debe darlo tu gracia.
Si la vida es larga, estaré contento
De que pueda obedecer mucho tiempo;
Si corta… ¿Por qué habría de estar triste
De remontarme hacia el día interminable?
J.I. Packer, El Conocimiento del Dios Santo, Editorial Vida (2006), p.40
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