La cuestión no está en saber si somos buenos en teología, o “equilibrados” (¡palabra horrible y pretenciosa!) en lo que se refiere a la manera de encarar los problemas de la vida cristiana; la cuestión está en resolver si podemos decir, sencilla y honestamente, no porque pensemos que somos evangélicos debemos poder decirlo sino porque se trata de la simple realidad, que hemos conocido a Dios, y que porque hemos conocido a Dios las cosas desagradables que hemos experimentado, o las cosas agradables que hemos dejado de experimentar, no nos importan por el hecho de que somos cristianos. Si realmente conoceríamos a Dios, esto es lo que diríamos, y si no lo decimos, tal cosa solo constituye una señal de que tenemos que enfrentarnos a la realidad de que hay diferencia entre conocer a Dios y el mero conocimiento acerca de Dios.
J.I. Packer, El Conocimiento del Dios Santo, Editorial Vida (2006), p.34
Hay diferencia entre conocer a Dios y conocer de Dios
6 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios
Publicar un comentario