El alma es el don de Dios para los hombres; ciertamente, la propia vida es el don de Dios para los hombres. No estamos hechos para utilizarla para nosotros mismos y nuestro propio placer. Dios nos ha dado este tesoro para que lo guardemos y cuidemos, para que lo tratemos de la forma que El desea y al final rindamos cuentas ante El por nuestra administración. Ningún hombre tiene derecho a vivir como quiera ni a tratar la imagen de Dios como le plazca. El pecado es robo y aprobación indebida; el hombre se ha convertido en un rebelde que utiliza la propiedad de Dios para sus propios fines…
¿Qué has hecho tú con tu alma? ¿Qué has hecho con la vida que Dios te ha dado durante un tiempo? Considera lo que estás haciendo: tus pecados están bajo tu propia condena, sin mencionar la de Dios.
Martyn Lloyd-Jones, Sermones Evangelísticos, Editorial Peregrino (2003), p.80
¿Qué has hecho tú con tu alma?
7 de septiembre de 2009
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