Hace unos años atrás leí un excelente artículo escrito por Jaime Mirón, del ministerio de Luis Palau, sobre este tema de Halloween, el cual me encontré excelente sobre todo por su conclusión.
A continuación el artículo tomado del Consejero Bíblico, y usado con permiso.
Halloween, ¿qué hacer?
Por Jaime Mirón
Cada año artículos sobre la práctica americana de Halloween circulan por toda América Latina. Además hemos recibido varias cartas preguntando acerca de la celebración que se lleva a cabo el 31 de octubre. Estas preguntas penetrantes nos motivan a examinar nuestras prioridades para no «adaptarnos a este mundo» (Romanos 12:2). Entiendo la preocupación porque todo cristiano verdadero desea obedecer la Palabra de Dios. Este año decidimos echarnos al ruedo y dar nuestros pareceres sobre Halloween.
El tema de Halloween es similar a otras cuestiones que deben enfrentar los misioneros cuando ministran en una cultura diferente a la suya. ¿Qué hacer con aquellos aspectos de la cultura foránea que no están de acuerdo con la Escritura? Para contestar la pregunta (y aplicarla al tema de Halloween) es importante entender que existen, por lo menos, tres elementos en cada cultura:
1. Los aspectos de una cultura que apoyan principios bíblicos.
Los cristianos podemos aplaudir y emplear este aspecto de una cultura. Un buen ejemplo es la tradicional familia latina donde existe unidad y amor los unos para los otros. Sin entrar en lo negativo, podemos declarar que la familia latina es admirable y es posible usar el ejemplo como base para enseñar el orden bíblico para la familia porque apoya lo que la Biblia enseña. El misionero sabio empleará los elementos de una cultura que apoyan los principios bíblicos.
2. Los aspectos de una cultura que son neutrales - ni apoyan ni contradicen principios bíblicos.
Quizá sean diferentes de la cultura nativa del misionero, pero no son contradictorios, sino sólo diferentes.
Si el misionero desea vivir bien, no intentará cambiarlos sino que ajustará su propia vida y se sujetará a aquellos elementos en cada cultura que son diferentes pero neutrales. Cuando los misioneros no hacen una clara distinción entre su propia cultura y los principios bíblicos, comienzan los problemas. Algunos han terminado enseñando elementos de su propia cultura como si fueran principios divinos.
3. Los aspectos de una cultura que definitivamente van en contra de los principios bíblicos.
Aquí los cristianos debemos mantenernos firmes. Tristemente, a través de la historia de la iglesia los creyentes han trasplantado ritos paganos a la vida cristiana. Por ejemplo: hasta el siglo V encontramos a cristianos usando varios ritos paganos tanto en las bodas como en los entierros. En un país centroamericano me topé varios creyentes y hasta esposas de pastores prendiendo velas "por si las moscas".
Sin embargo, en la mayoría de los casos las partes paganas de las ceremonias fueron eliminadas y (¡ojo! importante) sustituidas por elementos cristianos hasta que a la larga, el significado original pagano fue olvidado y reemplazado con un significado aceptable.
Varios festivales que hoy se consideran cristianos principiaron como ritos paganos, pero fueron adoptados y los aspectos idólatras fueron erradicados.
Halloween es un buen ejemplo de lo antedicho. En la antigua Bretaña e Irlanda, el festival Celta de Sambain era celebrado los días 31 de octubre, al fin del verano. Esta fecha era también la víspera del año nuevo en los calendarios anglos y celta, y era la ocasión para uno de los antiguos festivales cuyas enormes fogatas eran colocadas en las alturas de las montañas, a fin de alejar a los malos espíritus.
La fecha está relacionada con el regreso del ganado de pastar, la renovación de las leyes y la posesión de tierras. Igualmente, se suponía que las almas de los buenos visitaban sus hogares en este día, y el festival de otoño adquiría un significado siniestro con fantasmas, brujas, gatos negros, demonios, duendes, y todos los géneros de espectros. Este también era el tiempo para aplacar los poderes sobrenaturales que controlaban el proceso de la naturaleza. Además se pensaba que Halloween era el tiempo más favorable para las divinidades concernientes al matrimonio, la suerte, la salud y la muerte. Este era el único día en el cual la ayuda del demonio era invocada para tales propósitos.
Estas festividades paganas influenciaron la festividad cristiana de la Víspera de Todos los Santos de donde viene el nombre Halloween celebrada el mismo día. Gradualmente, Halloween se convirtió en una festividad secular, y muchas costumbres y prácticas comenzaron a ser desarrolladas. En Escocia, los jóvenes se reunían en juego para saber cuál de ellos se casaría durante el año y para asegurarse de qué el matrimonio iba a ocurrir. Hoy en día, muchas de las costumbres de Halloween se han convertido en juego para niños.
Los inmigrantes a los Estados Unidos hace más de un siglo, particularmente los irlandeses, introdujeron las costumbres seculares de Halloween que vinieron a ser muy populares hacia finales del Siglo XIX. Esta era la ocasión en que los niños y jóvenes tiraban abajo estanques de agua, rompían ventanas y otra serie de daños a las propiedades, algunas veces muy severos.
En años posteriores, esta festividad comenzó a ser celebrada mayormente por los niños pequeños, quienes van de casa en casa, frecuentemente disfrazados, y diciendo “trick o treat” (es decir pidiendo un obsequio, generalmente una golosina, a cambio de no hacer una travesura, que raramente es realizada).
El símbolo común de Halloween es el hombre-linterna (posiblemente derivado de un vigilante nocturno), el cual es simbolizado por una calabaza vacía a la cual se le da la apariencia de un rostro demoniaco, y a la que se le agrega una linterna en su interior.
En este momento el 31 de octubre pertenece al diablo. Es mi opinión que es hora de rescatarlo para el Señor Jesús.
La misma lucha continúa con los rituales paganos. Los misioneros han aprendido que la prohibición total ha sido ineficaz y ha dejado un vacío. Por tal motivo, la mayoría de los estudiosos recomiendan sustitución; es decir, reemplazar los ritos paganos por algo cristiano en vez de dejar un vacío.
A través del Antiguo Testamento vemos los diferentes festivales judíos que aún se llevan a cabo en varias regiones del mundo. En Cantar de los Cantares, vemos el festival matrimonial, y en Juan 2 leemos que nuestro Señor asistió a una boda donde cambió el agua en vino. Parece no existir prohibición bíblica en cuanto a celebrar fiestas y festivales. Incluso, Pablo afirma en Romanos 12:15 que hemos de gozarnos con los que se gozan y llorar con los que lloran.
Para mí no es cuestión de si debemos o no celebrar Halloween sino cómo. Varias iglesias tienen una celebración que se llama «Aleluya» en vez de Halloween. Me acabo de enterar de una iglesia que todos los años edifica un "haunted house" (casa embrujada). Este año esperan más de 10.000. La gente, al pasar por la casa, en vez en hallar fantasmas, encuentra el evangelio representado de muchas maneras.
Mi opinión es: ¡Es el momento para rescatar Halloween para Jesús!
Dr. Jaime Mirón, maestro de la Biblia, escritor y consejero bíblico, ha ministrado con el evangelista Luis Palau durante 34 años. Actualmente es vicepresidente de la Asociación Evangelística Luis Palau a cargo de los ministerios en América Latina.
El Dr. Mirón también dirige los centros de consultas establecidos durante las cruzadas evangelísticas con Luis Palau, centros para atender personas con preguntas y/o problemas. Como fruto de este ministerio, el Dr. Mirón está escribiendo una serie de libros relacionados con la consejería, dos de los cuales ya han sido publicados por Editorial Unilit: Mi esposo no es cristiano. ¿Qué hago; La amargura, el pecado más contagioso; Iglesia o secta; acaba de terminar otro que se titula. ¿Estoy preparado para la guerra espiritual?