"Mi esposa y yo somos dos seres humanos imperfectos (falibles y finitos); pero entregados a Jesucristo y el uno al otro, podemos sobrevivir a cualquier tormenta personal que nos pueda sobrevenir.
Mi esposa y yo somos dos principiantes en el amor, en el sexo, en ser padres y en la vida. No recibimos un set de instrucciones de como criar a nuestros hijos, ni tampoco de como manejarnos el uno al otro, ni tampoco tuvimos la oportunidad de practicar. Todo lo que podemos hacer es depender de Dios, aceptarnos el uno al otro y trabajar en conjunto.
Y de esta manera, por la gracia de Dios, hemos sobrevivido - confiando, orando, riéndonos, trabajando, confesándonos y perdonándonos."
Mi esposa y yo
10 de septiembre de 2008
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